Los niños pequeños tienen que dormir unas 1 horas, mientras que los adolescentes le llega con que duerman 8 y media a nueve horas.
Los padres no suelen entender estos cambios y quieren que los hijos se acuesten pronto, al día siguiente hay que estudiar y si no se está descansado no se puede rendir.
Deben tanto padres como hijos, intentar mantener un diálogo, hacer comprender por las dos parte el porqué de cada comportamiento.
Los hijos quieren estar viendo la televisión, jugando a la consola o en el msn hasta tarde, ellos no se sienten cansados, es la mente de sus papás las que hacen que no vean que sus hijos ya no son unos bebés, que pueden aguantar un poquito más que antes.
Los padres no lo hacen por fastidiar, todo lo que los adolescentes piensan que los padres dicen riñendo, es solo por que no quieren que sufran ningún daño, y desde luego si faltan horas de sueño la salud se va a resentir.
Hacer un acuerdo entre padres e hijos, llegar a entenderse, siempre flexible dependiendo las circustancias, los padres ceden un poco en la hora de acostarse, dejando así un poco más de tiempo, a su vez el hijo trata con su padre que se irá a dormir un poco más temprano para que su cuerpo y mente descansen totalmente.
Los padres no debemos de imponer, debemos recordar que no le gusta a nadie que le obliguen, ni a nosotros mismos, mientras que si dejan que sus hijos den su opinión, en todo, verán como va a haber paz y armonía familiar.
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