Los peligros de la red, historias reales contadas por una lectora del blog

. miércoles, 8 de abril de 2009

El otro día os entregaba un artículo sobre quedar con alguien a través de la red de Internet.
Hoy trataré del mismo tema, pero esta vez no soy yo la que os quiere avisar de los riesgos, es una chica de 17 años, lectora de este blog que me ha escrito un correo contándome unos hechos reales.
En el primero de los casos que me cuenta no hay una tragedia, tan solo una coincidencias, dice que su novio y su mejor amigo los ha conocido por el messenger, claro está que esto implica menos riesgos al ser todos del mismo instituto y haber pasado las direcciones unos a otros, eso es algo más normal que lo que viene a continuación.
Ah!!! es cierto, antes de contaros la parte mala, jeje, ya se me pasaba, también me dice haber coincidido en un chat con una chica, que al ver su foto de avatar le preguntó que si sería su prima, así era.
Bueno ahora voy por las historias que pienso que puede tener más riesgo de todo lo que me ha contado esta amiga.
Estoy pensando en que en vez de contarlo yo, lo mejor sería que lo haga ella misma, tal y como me lo ha dicho a mí. Por lo tanto os dejo con sus propias palabras, tengo su consentimiento de antemano, un beso querida amiga:

"Hace cosa de casi dos años, cuando acababa de empezar a salir con mi novio, conocí por fotolog a un chico muy majo. Me encontró de casualidad, y le gustaron los textos y las reflexiones que yo exponía ahí. El caso es que después de un par de meses dejando nos comentarios y hablando por el msn, él se puso muy pesado con lo de vernos, aunque sabía que tenia novio, y yo sabía que él estaba coladito por otra chica. Hay que decir que él es 3 años mayor que yo. Al final quedamos. Yo quería bajar a la ciudad-vivo en un barrio de a las afueras-, y dar una vuelta con él por el centro, ir al cine o algo rápido y luego para casa, pero se empeñó en bajar a mi barrio aunque desde el primer momento puse como condición que mi novio y mi mejor amigo estuvieran con nosotros. Lo malo, que él pretendía quedarse TODO el día, venirse a media mañana e irse con el último bus. Yo lo que hice fue decirle que estaba liada con los preparativos de la comunión de mi hermana, que era cierto. El caso es que al final vino, y la primera impresión no fue muy buena. Alto, robusto, vestido de cualquier forma y sudoroso, con greñas recogidas y pintas algo siniestras. Al principio fue muy incomodo, yo no tenia suficiente confianza con ese chico como para ser natural y hablar de cualquier cosa, y el tiempo que él estuvo por el barrio se me hizo eterno. Lo peor fue cuando nos dijo que vivía en uno de los barrios gitanos más conflictivos de la isla, ahí mis amigos ya me miraron con mala cara. Se interesó por conocer el barrio, donde nos juntábamos, donde vivíamos, donde estudiábamos, todo de buenas, pero mi novio y yo intercambiamos una mirada de: no es buena idea! El caso es que decidimos dar un paseo bordeando el barrio e ir a sentarnos a la sombra en un merendero que hay al final dónde antes se hacían barbacoas y tal. Estuvimos allí un rato, bastante incómodo para mi por la falta de confianza, imagina para mis dos acompañantes, que nunca habían hablado con él! El caso es que saqué el móvil para ver la hora, era nuevo y de último modelo. Se le iluminaron los ojos, me lo cogió y lo examinó, luego preguntó si podía verlo, y a cambio me ofreció cotillear el suyo, uno muy mal cuidado y medio destartalado. El chico era majo, es verdad, pero tenía algo que a mis acompañantes les hacía desconfiar, y a veces soltaba comentarios poco apropiados y fácilmente mal interpretables. Después de hablar un rato en el merendero, como quien no quiere la cosa, el chico coge y se saca del bolsillo una navaja automática con toda naturalidad y empieza a cortar la mesa de madera en la que estábamos sentados. Los tres nos quedamos blancos, y cuando miré a mi novio pude ver lo histérico que se había puesto en cuestión de segundos, porque él le tiene pánico a las agujas, y no le gustan nada las cosas que pinchan. Yo ya no sabía que hacer, intentaba quitárnoslo de encima, pero claro, él estaba en nuestro barrio, no podíamos dejarle tirados a kilómetros de su casa, y los buses de larga distancia pasan una vez cada hora, y él sólo había mirado el último. Viendo dónde estábamos, un sitio apartado, con mucho pino donde si das más de 5 pasos nadie te ve, dónde se ha encontrado gente ahorcada y dónde violaron a una chica(luego contaré), a voz de pronto se me ocurrió ir a mi casa a ver una película. Puede sonar arriesgado, pero yo sabía que mi casa estaba a rebosar de gente, estaban mi abuelo, mi padre y mi tío, por lo que supuse que no se atrevería a hacer nada, pero mis amigos quisieron evitar problemas o que el chaval se quedara con mi dirección, había cundido el pánico y la prioridad era ir a un lugar con mucha gente y hacer que se fuera. Decidimos seguir con el paseo y fuimos al centro del barrio, dónde se juntan niños, jóvenes y adultos, hay bares y tiendas y, sobre todo, paradas de bus. Por el camino, yo iba hablando con él y mis amigos se quedaron detrás vigilando. Cuando pasamos por delante del instituto, mi novio vio un borrador de pizarra en el suelo, le quitó la espumilla y se metió la madera en el bolsillo, por si hacía falta atizarle y salir corriendo! Le llevamos a la parada, me disculpé y le dejé allí esperando el próximo bus durante los siguientes 20 minutos con la excusa de que tenía que ayudar a mi familia urgentemente. Contado así, en síntesis, puede sonar muy patético, pero empezó siendo algo normal y acabó en pánico de que nos atracara o algo peor! Después del incidente, seguí hablando con él, pero cuando me decía de quedar le daba largas y poco a poco fui reduciendo mi relación con él hasta la nada. A lo mejor sólo llevaba la navaja por costumbre o por precaución, quién sabe, pero si ves que no la necesitas, no la saques, aunque sólo sea por evitar problemas o por puro respeto."

Ahora la última historia, también con sus palabras:

"La segunda anécdota no es tan divertida y tuvo lugar hará casi 5 años, puede que 6. En la anécdota anterior te mencionaba el Merendero de mi barrio. Es un recinto municipal bastante amplio que solía estar abierto siempre, tenía mesas, bancos y barbacoas en el lado más cercano a la entrada principal, un parque, fuentes, unos baños públicos y el resto del recinto lleno de matorrales, arbustos, plantas y pinos. Desde fuera es imposible ver qué o quién pasa en los caminillos que recorren el lugar. Era un lugar idóneo para ir los domingos a hacer torrada, hasta que los vecinos de la zona se quejaron del ruido y los humos y se quitaron las barbacoas y casi todas las mesas, dejaron sólo cuatro y los parques, cerraron los baños y prohibieron hacer más barbacoas. Más tarde se cambiaron las puertas de entrada, antes endebles y ahora enormes y fuertes, debido a ciertos sucesos que allí solían y suelen pasar. Algunas casas de alrededor tienen en la parte posterior del jardín una entrada hacia el merendero, y una temporada se cometieron una serie de robos desde esas entradas. Además, es un sitio idóneo para relaciones sexuales(si no te importa la incomodidad) o consumir drogas y alcohol. Pero lo peor no es eso, desde hace 8 años, sin motivo aparente, aparece al menos un muerto en ese lugar al año. A principios del 2008 fue el último, un hombre de unos 50 años o poco más pidió prestada una cuerda a un vecino y a la mañana siguiente apareció ahorcado. A parte de unos cuantos suicidios, una muerte accidental y un par de atracos, en ese bosquecito de apenas el tamaño de una manzana, violaron a una chica de mi instituto. Yo iba a 1º de ESO en el instituto del barrio, que no es muy grande, la verdad, y una mañana al llegar a clase todo el mundo andaba revuelto por la noticia en los diarios autonómicos de una violación en el barrio. No se daban nombres, sólo que fue en el merendero a una chica de 15 años que había quedado por Internet con un chaval de 21. Me asombré muchísimo, y me preguntaba quién podría ser hasta que una de mis amigas me dijo que era su vecina. Yo no la conocía, pero me dijo quien era una vez que nos la cruzamos por el pasillo, aunque sólo la vi de espaldas. Al parecer, se habían conocido en el chat del Terra.es, y después de haber hablado cosa de una semana o semana y media, quedaron en la entrada del merendero, se supone que para conocerse, y allí empezaron a tontear, pero cuando la chica no quiso seguir, él la forzó. Horas más tarde, la muchacha se fue llorando a su casa ensangrentada diciendo que la habían violado. El chaval fue juzgado y hallado culpable, fue a prisión aunque siempre dijo que las relaciones sexuales fueron consentidas en todo momento, y que ella le había dicho que tenía 18 y le había ocultado que era virgen, y que del dolor se arrepintió y se marchó sin más. Esto ocurrió por primavera, y quedaban pocos meses de clase, luego vino el verano y para el siguiente curso ya no se hablaba de ello. Años más tarde, estando yo en 3º de ESO, mi grupo de amigos había aumentado, había hecho nuevas amistades, dos de ellos eran hermanos, pelirrojos, divertidos, los dos mayores que yo, un chico y una chica. Casi a final de curso me enteré de que la chica de la violación era la chica esta, una chica normal, desenfadada y bromista. No parecía haber pasado por aquello, y si así había sido, se había recuperado del todo. Pero algunas "amistades" comunes opinaban que ella exageró las cosas porque en el último momento se arrepintió, y me dijeron que si le preguntaba a ella seguro que estaría dispuesta a contármelo con todo lujo de detalles. Obviamente no lo hice. No era asunto mío, y aún hoy no lo es. A fin de cuentas, a la gente le encanta hablar por hablar y criticar por criticar. Puede que fuera completamente inocente, la única víctima, o puede que exagerara las cosas, eso sólo ella lo sabe. Pero la mañana que el barrio amaneció con su nombre en la portada, todos aprendimos que es mejor no quedar con alguien de la red si no estás totalmente seguro. Yo misma lo confirmé años más tarde con la anécdota anterior. Hoy en día no te puedes fiar ni de tu sombra, ¿por qué hacerlo de la ventana de un chat?"

Estas han sido las historias que me ha dejado mi amiga de 17 años, tal y como me las ha contado, espero que os sirvan de experiencia, se que las cosas hay que vivirlas para poder aprender.
Pero os digo una cosa, es mejor aprender en los errores de los demás, duele menos, os lo aseguro.
Como siempre espero vuestros comentarios, me gustaría saber que os ha parecido este artículo.

Imagen: olinka.over

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1 comentarios:

PEPE.RG.es dijo...

soy pepe, y te voy a decir mi opinon, yo naci y vivi hasta que me case en un barrio de madrid, era un barrio de gente obrera,junto a nosotros vivian gitanos, te puedo decir que eran los años 70 y 80, y la convivencia era genial, yo se que eramos muy macarras, pero era mi barrio, yo no elegi donde tenia que vivir, pero esos amigos eran mi gente mi hoy muchos de ellos murieron por la droga, y cuando pienso en ellos, puedo decir en voz muy alta que los sigo queriebdo, que jamas cambiaria mi juventud, que jamas cambiaria mi barrio. un dia fuimos a buscar a la prima de un amigo a otro barrio de "niños pijos", al principio, nos rechazaron por nuestra presencia, pero cuando supieron que era lo que buscavamos, se abrieron a nosotros, un año mas tarde yo fui novio de esa niña, fue mi primer amor, con esto quiero decir que las personas no sean juzgadas por su apariencia, ni por donde vivan, ese chico solo pretendia tener amigos, pero fue condenado antes de conocerle, seguramente esa chica hubiese aprendido de el, un beso monse

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