El miedo en la oscuridad

Este artículo va más hacia los padres, pero también los jóvenes os veréis reflejados, seguro que os ha sucedido esto en algún momento.

Todos hemos tenido miedo alguna vez, de niños el miedo a la oscuridad, pensando en que en nuestra habitación se escondía alguien debajo de nuestra cama.

A mi sucedía que, me acostaba en la cama, mi madre nunca me dejaba la luz encendida y encima me había metido miedo con "el hombre del saco", al poco de estar metida en la cama, el miedo se apoderaba de mi mente.

Intentaba no pensar en ello, pero no me era posible, no me atrevía a sacar las manos de las mantas, y los pies ni pensarlo, dentro de mi cabecita existía un hombre que estaba debajo de mi cama, si asomaba mi pie al borde de la cama me lo cogería.

Ese miedo me acompañó durante toda mi infancia.

Mi sorpresa al informarme para este artículo, la mayor parte de los niños tienen esa misma fantasía, les aterroriza el hombre de debajo de la cama.

Por lo visto no siempre es temor infundado, si no que muchos niños asocian la oscuridad al momento donde no pueden jugar, se sienten impotentes ante ella, eso los desconcierta.

Los papás, que sospechen que esto último es el caso de su hijo, deben de ser firmes, "a la cama y punto", cuando el niño sepa que no puede conseguir su propósito, jugar, se dormirá sin más.

Los padres no debemos de dejarnos ganar por nuestros hijos, debemos aguantar un minuto más que ellos, por ejemplo, si lloran, debemos aguantar el llanto hasta que paren, pues si saben que consiguen lo que quieren, llorarán siempre para todas las cosas.

Pero si los papás se dan cuenta que realmente el niño está atemorizado, entonces hay que tomar al niño en serio, jamás hacerle burla ni obligarlo, así le causaremos cada vez más daño.

En este caso se debe de hablar con el niño, que sepa que nos tiene, que le apoyamos, le brindamos todo el cariño, la forma puede ser contarles un cuento, hacer del momento de ir a la cama algo positivo, que lo relaje y pueda quedarse dormido sin más.

Otros niños duermen con su amiguito que les protegen podemos darle un peluche nuevo y decirle que le acompañará toda la noche, que es su guardián mientras duerme.

Este juguete o un simple trapito podrá acompañarlos incluso en la adolescencia, o más allá, en la madured, son muchos los que o chupan el dedo o tienen que tocar su "peluche", les tranquiliza, les hace fuertes.

Los expertos dicen que una forma de superar el miedo, es durante el día, jugar a la oscuridad, apagar la luz y cerrar las persianas, una vez que vean la oscuridad como un juego perderán ese miedo.

Si sabéis alguna otra forma de superar nuestros miedos no dudéis de enviarme un comentario, también si alguno aún conserva el hábito de su "trapito", no os avergoncéis, no es nada raro.